Hace unos días... conversando con unos amigos, recordabamos aquellos tiempos en los que el tiempo era nuestro recurso mas abundante, donde el día a día avanzaba según el ánimo, o mejor aún, de acuerdo a nuestro ánimo del día (o de la noche)...
Tiempo en el cual podríamos crear e imaginar las ideas mas sublimes... y las mas profanas... (momento... esta última frase creo que se la escuché a Les Lutiers jejeje)... Pero ya hablando en serio... me refería a que podíamos dedicar nuestro tiempo y nuestras mentes a divagar y a desarrollar todo o bueno... casi todo lo que nos fuera posible... sin embargo, a veces limitaciones tales como capital, o recursos nos hacían detener ciertos esfuerzos...
Sin embargo, muy buenas (y muy quemadas) ideas surgieron... invenciones extraordinarias... tal vez en momentos en los cuales la madurez no ha llegado aún a su climax...
Hoy en día nos dabamos cuenta que el día a día... el trabajo, las obligaciones y todo lo demás... nos envolvía de tal manera en que no podíamos regresar a esas épocas en donde el tiempo nuestro recurso mas preciado... ahora escaso y ya casi extinto... un ligero sentimiento de frustración... de lograr mediante nuestras nuevas herramientas y nuestros nuevos recursos aquellas épocas en que aprovechabamos o desaprovechabamos el tiempo...
Sentir que ya no puedes crear... que ya no creces día a día a veces puede ser un mal destructivo, pero es de cada quien el sentarse meditar sobre ello y buscar la forma de optimizar y hacer mas eficiente aquel y escaso y casi extinto recurso...
Momentos como este... donde puedes dedicar algo de tu tiempo a compartir, a departir, y a disfrutar de una sana creación, hacen que esos momentos y ese tiempo de creación vuelvan... no es que nuestras mentes creativas hayan muerto... solamente que ahora se encuentran guardadas en el ático, en un gran baul, junto a la inocencia de la niñez, a la dicha y a la alegría infinitas, a la confianza extrema sin importar las consecuencias... pero depende de nosotros despertar ese bichito de la curiosidad... para reencontrar aquel baul... y como un niño que rebusca entre las cosas de su abuelo... encontrar aquellos "recuerdos" de momentos pasados para volverlos a poner de moda, en un tiempo distinto, con características distintas, y ordenar de una u otra manera aquello que por este día y por esta vez llamaremos rutinaria vida diaria...
Un saludo para todos...,
y aprovechen el tiempo, los recursos... y los recuerdos...
Yo.
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